miércoles, 13 de abril de 2011

La Ley

Cuando te acercas a leer la Ley General de Educación, te topas con un documento extenso que abarca una gran cantidad de aspectos importantes para el correcto desarrollo de la educación en México, pero en el momento en que la comparas con la realidad te das cuenta que existe una gran diferencia. Lo sé porque estudié gran parte de mi vida en escuelas públicas y la educación es nefasta en buena medida, sobre todo en la educación básica.

La ley habla de inculcar valores, de formar hombres y mujeres solidarios, de respetar a los indígenas, de valorar los símbolos patrios, fomentar el ejercicio, la lectura, impulso a la investigación científica, prevenir el delito en los niños y jóvenes etc. y parece que es una ley de otro país.

Existe un centralismo exagerado. Muchas actividades y responsabilidades son llevadas a cabo y vigiladas por las autoridades federales y nadie más, cuando es posible que los planes de estudio, la evaluación etc. cambié según la región del país. Es probable que exista desconfianza de parte del gobierno federal hacia las gobernaturas o que éstas sean incapaces de organizarse, o que pretenda implantar un único modelo, igual, homogéneo.

Otras cosa que detectó es que se les da muy pocas obligaciones a los padres de familia, quienes deben cumplir unicamente con mandar a los hijos a la escuela, y siempre he pensado que gran parte de la formación que la escuela pretende impartir debe tener una fuerte base familiar, de lo contrario no tendrá ningún efecto en los niños, pues las instituciones (si es que de casualidad hacen bien su trabajo) deberán competir con la familia.

Dudo, y es sólo una suposición, que todos esos consejos, organismos, juntas etc. en realidad se formen en cada una de las comunidades de México. Es algo complicado, la gente no participa de manera activa todo el tiempo, debe atender otras actividades que les permita poder llevar el sustento a casa y es que eso de ser un miembro activo de este tipo de grupos es algo que quita mucho tiempo, lo sé también por experiencia.

Me llamó la atención un apartado que habla de que las escuelas sólo deben usar los libros que otorga el gobierno. Eso puede tener diferentes interpretaciones, desde que el estado en realidad se preocupa por que el acervo bibliográfico sea el idóneo o porque no quieren que ellos sepan aspectos que no aparecen en los libros de texto gratuitos.Existe otro apartado que también me pareció un poco absurdo y tiene que ver con sanciones para aquellas escuelas que inciten a los alumnos a consumir estupefacientes, eso viene de la casa, por favor.

En conclusión, la ley me parece con ciertas tendencias que legitimen el accionar del estado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario